Llega una estudiante a la biblioteca, enciende su portátil y el sonido de inicio de Windows inunda la sala. Algunos levantan la vista, se ven expresiones molestas. Pero esto no es nada comparado con lo que prepara el actor sentado a su lado.
- Silencios de biblioteca. (sube el sonido y pincha en watch it)
Nuestras soluciones hubieran sido:
- Golpear fuerte y decididamente el aparato.
- Buscar la ventana más próxima.
- Alzar la voz por encima del sonido y gritando para que todo el mundo te oiga, decir que esto pasa por no dedicar las bibliotecas solo a lecturas reflexivas y concentradas.
Y es que siempre lo comentan los que llevan mucho tiempo en este negocio:
- El mundo académico ya no es lo mismo.
(visto en Minid.net)
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