Edipo Rey

El pasado 23 de noviembre asistimos en Santiago a una representación de teatro que no nos dejó indiferentes. Se trataba de una versión moderna de la que, sin duda, es la mejor de todas las tragedias griegas, Edipo Rey de Sófocles.
Y para hablar de ella tomaremos prestadas las palabras de Pedro Sáenz Almeida: “El Edipo Rey es la historia de una investigación y de un proceso. Lo particular de este litigio es que el fiscal, el juez, el verdugo y el reo que va a ser condenado son la misma persona”.
Gracias a Raquel y Tamara,del 2º Bachillerato nocturno, por darnos a conocer la historia de Edipo, y a Marco y Tania, del 2º diurno, por prestar sus voces para dar vida por unos instantes a Tiresias y a Yocasta.


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Edipo era hijo de Yocasta y Layo, reyes de Tebas. Cuando nace, sus padres lo entregan a un pastor para que lo abandone en el monte Citerón, pues el oráculo de Delfos les había vaticinado que un hijo suyo mataría a su padre y se casaría con su madre.
El sirviente de Layo sintió lástima por el niño y se lo entregó a un pastor del rey de Corinto. Éste se lo lleva a Pólibo y Mérope que no podían tener descendencia.
Pasaron los años y un día en una fiesta un borracho le dijo a Edipo que no era hijo de sus padres. Éstos le dicen que es mentira pero decide asegurarse consultando al oráculo. La respuesta es que matará a su padre y se casará con su madre. Para evitar esto, Edipo no regresa a Corinto.
En su vagabundeo se encuentra con unos viajeros en un cruce de caminos. Hay un enfrentamiento entre ellos y Edipo los mata a todos menos a uno que consigue huir. Sin saberlo, acaba de matar a su verdadero padre.
Sigue su camino y antes de llegar a la ciudad de Tebas se encuentra con la esfinge, monstruo con cabeza de mujer, cuerpo de león, alas de águila y cola de serpiente. Tenía atemorizada a la población porque obligaba a los caminantes a resolver un acertijo: “¿cuál es el animal que anda con cuatro, tres y dos patas?”. Edipo contesta que es el hombre porque camina con cuatro patas cuando gatea, con dos cuando aprende a andar y con tres cuando ya anciano necesita apoyarse en un bastón. La esfinge, vencida, se suicida tirándose desde lo alto de la montaña. Como premio es coronado rey de Tebas y se casa con la reina Yocasta. La profecía se ha cumplido.

Pasados unos años durante los cuales los reyes engendraron cuatro hijos (Eteocles, Polinices, Antígona e Ismene), una peste cae sobre Tebas (y aquí precisamente comienza la tragedia de Sófocles Edipo rey). Edipo manda a Creonte, hermano de Yocasta, a consultar al dios Apolo en Delfos. Éste les comunica que para que desaparezca la peste deben encontrar y castigar al asesino de Layo.
Edipo comienza a investigar interrogando a Tiresias, el adivino ciego. Ante las reticencias del anciano el rey se enfurece, pero sólo consigue que le revele la verdad. El asesino que busca es él. Edipo, llevado por la ira, amenaza al anciano y lo acusa de colaborar con Creonte para usurparle el trono. Yocasta hace de mediadora intentando pacificar la situación.
El desenlace comienza con la llegada de un mensajero de Corinto que le anuncia a Edipo el fallecimiento del rey Pólibo y a la vez le revela que no era su padre, pues él en persona lo había recogido en el monte Citerón de un criado del rey Layo. Edipo siente incertidumbre porque no sabe de quién es hijo y sigue investigando ante la oposición de Yocasta que empieza a vislumbrar la tragedia familiar. Tras la declaración del criado ya no hay lugar para la duda: él es el asesino de su padre y está casado con su propia madre. Yocasta se suicida y Edipo se saca los ojos. Ciego, parte al destierro.
Así acaba el Edipo rey de Sófocles pero no la leyenda que seguirá con la tragedia de los hijos de Edipo.