La misteriosa llama de la Reina Loana, de Umberto Eco

Mi amiga Veva me dio permiso para publicar aquí, en esta bitácora de una pequeña biblioteca escolar, sus impresiones sobre un libro. Con una forma de escribir tan personal y especial como solo se puede encontrar en los buenos blogs.


Un libro de memoria y literatura. Un hombre de 60 años, que fue niño en Italia durante la II Guerra Mundial, pierde al despertarse de un coma la memoria vivida, conservando sólo la memoria literaria. A partir de las lecturas recordadas recuperará una época y una infancia que ahora le son ajenas. La historia es interesante y se suma a ese placer el de identificar citas y alusiones, más o menos veladas, a grandes autores.

Os ofrezco mi pasaje favorito; Un anarquista romántico conversa con un niño de 11 años sobre Díos, el mal, la libertad y la dignidad humana:

El mundo, dice el Anarquista, es un error. Lo cual no tendría importancia porque el sol no lo sabe pero "de la enfermedad del universo nacimos nosotros, que somos una panda de listos y hemos entendido que hay que morir. Por lo cual, no sólo somos las víctimas del Mal sino que encima lo sabemos. Qué alegria, tu"

Sin embargo, el anarquista no es ateo; El mundo y el cerebro humano están demasiado bien hechos para ser casuales. Existe Dios.

Cómo conciliar el Mal con la existencia de Dios? Al fin y al cabo, Dios creó a los ángeles rebeldes: "Como si fuera uno que se dedica a hacer neumáticos de automóviles para que estallen al cabo de dos kilómetros. Sería un gilipuertas". Claro que es posible que el Mal sea una enfermedad de Dios Un Dios que se sabe enfermo "va y te hace un mundo que por mucha chorra que tenga estara dominado por el Mal? Pura maldad. Además, uno de nosotros puede engendrar un hijo sin quererlo, porque una noche se deja llevar y no usa condón; pero no, Dios ha engendrado el mundo porque lo quería.(..) El mundo se le ha escapado a Dios como una meada, pura incontinencia".

Y qué decir de la libertad para escoger entre el bien y el Mal? "La libertad es una cosa hermosa entre hombre y hombre; tú no tienes derecho a obligarme a hacer o a pensar lo que tu quieres.(...)Pero la libertad que me ha dado Dios, qué libertad es? Es la libertad de ir al paraíso o al infierno, sin medias tintas. Tu naces y estás obligado a jugar esta partida de tute(...) Y si yo no la quiero jugar?"

Dios es malo, dice el Anarquista, como un niño que se aburre y le arranca las alas a las moscas, "para pasar el rato".

Pero hay esperanza: Jesús, un revolucionario, propone que si Dios es malo, nosotros podemos ayudarnos unos a otros. "Entiendes lo grande que fue la idea de Jesús? Y lo que se fastidiaría Dios. Jesús ha sido el único verdadero enemigo de Dios (..) Jesús es el único amigo que tenemos nosotros, pobres hijos de Dios".

Si lo cogen los fascistas, este Anarquista que se sabe cobarde se matará para no delatar a sus compañeros: "Así los jodo a todos: a los fascistas, que no consiguen averiguar nada; a los curas porque me suicido y es un pecado, y a Dios, porque me muero cuando lo decido yo y no cuando lo decide él. Premio"

(La mejor refutación de los argumentos de San Agustín que se ha escrito nunca, creo yo. Una auténtica preciosidad)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por incluir esta colaboración y por la valoración tan generosa.

Antonio Alonso dijo...

Gracias a ti, Veva, por aportar contenidos tan valiosos.